Para analizar la trascendencia de la
innovación es necesario tener conciencia de la importancia de la educación, y
considerar que a través de esta ciencia, se pueden provocar los cambios más
radicales en la sociedad en general. La educación debe servir para
preparar al hombre para la vida diaria, para ser cortés en el trato con sus
semejantes y decir por ejemplo “buenos días, en un ascensor”, para adaptarse al
medio ambiente, para tomar previsiones ante la crisis del agua, para ir de
compra, para desenvolverse en el trabajo, para formar a los hijos y a los
estudiantes, entre muchos casos. Por ello, la educación va mucho más allá de
cualquier otra ciencia, se ubica, por encima de las habilidades estricticamente
intelectuales, y alcanza una verdadera dimensión social, porque ayuda al hombre
a establecer una armónica interacción con sus pares. En tal sentido, es un
proceso clave para garantizar la supervivencia de las futuras generaciones. Toda
vez, que se observan las derivaciones y dimensiones de la Educación, es de
señalar que existen dos aspectos vinculados a la praxis educativa, uno es
consecuencia del otro, y constituyen un proceso cíclico, uno es la
planificación y el otro es la evaluación, ambas en la actualidad tienen una concepción
diferente, producto de los paradigmas emergentes en el sector educativo.
La Innovación, tiene diversos significados y una estrecha relación con el cambio. Etimológicamente este término señala la introducción de algo nuevo y diferente, esta concepción constituye la presencia de un cambio, sin embargo no se puede afirmar que la ocurrencia del mismo sea una innovación. Este planteamiento tiene coincidencia con la definición de West, M (1990): “Innovación es la secuencia de actividades por las cuales un nuevo elemento es introducido en una unidad social con la intención de beneficiar la unidad, una parte de ella o a la sociedad en conjunto… pero debe implicar algún cambio”.
Es decir, que la innovación es algo
planeado, ejecutado y evaluado, apreciada en relación a una meta u objetivo. En
este sentido, tiene relación con la práctica educativa, ya que la misma se
aplica en base a objetivos, metas o competencias según el plan. Por este hecho,
surge la innovación educativa, que implica alcanzar, una transformación de las
estructuras básicas del sistema, lo cual busca romper con su funcionamiento
rutinario. En este marco de ideas, en Venezuela se han producidos cambios en el ámbito
educativo, gracias a la innovación, actualmente se quiere lograr la incorporación
de herramientas tecnológicas, lo cual genera nuevos paradigmas. En este
sentido, la innovación educativa, debe analizarse como un proceso constante
donde intervienen fases tales como: planificación, ejecución y evaluación y se
incorpora la gestión porque este se realiza a través de estructuras
gubernamentales estableciendo estrategias de acción. La planificación es un elemento importante, ya que requiere tener una visión
clara de los cambios a emprender y de las acciones necesarias para lograr los
mismos de una manera consciente, lo que significa que es necesario ejecutar una
serie de estrategias, las cuales permitirán transformar las concepciones y
prácticas del sistema educativo. Finalmente se requiere la evaluación como
proceso de la reflexión de experiencias, lo cual permitirá ir modificando las
acciones en función de la dinámica presente. Para que estos cambios produzcan
el efecto esperado, es necesario satisfacer las necesidades de la sociedad en
función del desarrollo y que los actores se empoderen de estas nuevas
concepciones que buscan mejorar de forma continua la calidad y la eficacia del
sistema.
Por otra parte, las nuevas tecnologías
educativas dentro del proceso de enseñanza aprendizaje son fundamentales, pues
estas ayudan de gran manera al desarrollo intelectual del educando. Un docente
sin este aporte es casi como que un docente sin una de sus herramientas de
trabajo. Es necesario ir a la vanguardia del avance tecnológico, si es que
realmente se quiere lograr estudiantes de mayor calidad intelectual. La
utilización de las TIC depende en gran medida de la actitud que tenga el
docente hacia las mismas, de su creatividad y sobre todo de su formación
tecnológica y pedagógica, que le debe hacer sentirse bien enseñando a los
estudiantes que casi siempre se manejan en el ciberespacio con más soltura que
él. El nuevo docente debe crear un entorno favorable al aprendizaje basado en
el dialogo y la confianza, siendo entonces un gestor del conocimiento y
orientador del aprendizaje, tanto a nivel general de toda la clase, como a
nivel individual de cada estudiante. El uso de las TIC es un soporte didáctico
para el aprendizaje ya que el docente puede utilizarlas en el aula para
completar o para enseñar la materia, así como para reforzar el trabajo. Es por
ello que se dan los cambios en los contenidos didácticos. Frente a los
tradicionales libros, videos y juegos, los nuevos contenidos educativos creados
con recursos tecnológicos permiten presentar la información de otra forma. Los
contenidos se hacen más dinámicos y más variados, a la vez pueden facilitar el
aprendizaje y permitir mejoras cognitivas sobre todo de los estudiantes con
dificultades, al aplicar metodologías más activas y menos expositivas.
Para concluir, tanto instituciones,
como gobierno, educadores, son conscientes de que el uso de las tecnologías en
el sistema educativo y en general en la enseñanza, mejoran la calidad de esta y
no debe limitarse a la enseñanza de las TIC, sino que es necesario ir más
allá. Por lo antes expuesto consideramos que todos somos responsables en el
mejoramiento de la educación tanto gobierno, instituciones y docentes.
Alfonzo, Vicente
Colicchio, María
De La Rosa, José
Escobar, Raúl
Fernández, Raquel
González, Nubraska
Meneses, Lisbeth
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